Me gustaba mucho el ambiente, cada casa tenía su estilo de música, debido a mi estado solo recuerdo una canción que sonaba en el piso en el que finalmente me quedé "like a rolling stone", a partir de ahí la noche se pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Tras conocer a mucha gente, cometer algún que otro desliz castigado por la iglesia y volver a corroborar el poder de persuasión italiano, la fiesta acabó con la policía desalojando el edificio. No podía ser de otra manera, tenía que acabar así ya que de lo contrario probablemente aún seguiríamos allí.
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